Los gatos bengalíes son muy sociables, tanto con los seres humanos como con otras mascotas, ya sean gatos o perros, pues se adaptan bastante bien a cualquier tipo de entorno. Los gatos bengalíes muestran seguridad y confianza en sí mismos y, además, son cariñosos. Son muy juguetones por naturaleza y rebosan energía. Los bengalíes son listos y parece que miren todo lo que les rodea, incluido al perro de la familia, como preguntándose: «¿Puedo jugar con esto?». Son ágiles, les encanta trepar y pueden ser bastante maulladores, con una voz característica que se describe como un arrullo, gorjeo o un sonido áspero extraño. Los bengalíes son una raza muy maulladora y tienen un amplio vocabulario que puede llegar a ser bastante estridente, sobre todo en situaciones que no les resultan familiares. Necesitan compañía durante el día para no aburrirse.